Cayó la gota que colmó el vaso.

Mujeres, hombres, amantes de la vida, os voy a pedir una cosa:
Cambiemos nuestra manera de decir NO, de defender lo que es nuestro, cambiemos la forma de exigir que las cosas cambien.
Porque todo empieza por nosotros.
Tras los últimos acontecimientos de abusos sexuales, juicios imparciales, derechos vulnerados y palabras de más, hay algo que me revuelve las entrañas...


No dejo de leer comentarios sobre "bandos", "esto es la guerra", "mandas" de mujeres y hombres que una y otra vez repiten lo que ocurrió, de lo que están hartas, constantemente relatando todos los detalles de los abusos sexuales que sufrió la mujer en los Sanfermines.


De esta forma solo se consigue alimentar el daño que ya esta hecho.  Alimentar desde la queja la misma energía de violencia de la que tanto nos quejamos.
El odio, la violencia, la rabia, la frustración, el asco, la creación de bandos,... no creo que sea la forma más sana de decir NO. Así solo alimentamos el daño que ya existe y del que queremos huir.
Transformemos toda esta energía destructiva en energía constructiva.


Digamos NO, con determinación, con la voz bien alta, exijamos cambios, saquemos nuestro instinto de defensa y protección primal que tenemos como animales que somos, pero no alimentemos el odio del que tratamos de huir.


Hay que hablar claro y muchas cosas tiene que cambiar...
Juntémonos y hagámonos fuertes ante la adversidad, pero hagámoslo desde la coherencia de lo que exigimos, siendo el cambio que queremos ver en el mundo.


Empecemos por nosotros, por cambiar nuestra forma de hablar, de establecer límites saludables como mujeres y hombres sociales, que lo único que queremos es que se respete la vida, nuestra vida.


Cambiemos desde la energía del amor y la determinación para que no vuelva a haber más gotas que colmen el vaso.


Hagamos que este mensaje de cambio llegue a todo el mundo, porque somos nosotros quienes creamos la realidad en la que vivimos.


Kampa





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