Yo respondo desde el AMOR


LLAMAMIENTO A LA REFLEXIÓN.

¿Desde dónde, reclamamos nuestros derechos?
¿Desde dónde ponemos límites necesarios?

Últimamente no dejo de ver en las redes sociales frases instigadoras que exigen justicia, que piden compromiso y una reeducación cultural.
Estamos despertando y ya no nos vale aquello que antes se normalizaba. Exigimos que se visibilice el maltrato, que el foco de atencional se ponga en el hombre agresor y no en la mujer agredida.
Todo esto es necesario y me parece bien, lo que no entiendo ni comparto es el modo.
¿Por qué se hace desde la rabia, desde el dolor, desde la reacción?
¿No te has parado a pensar, que si lo haces desde ahí, lo estas alimentando?
Si pones imágenes de mujeres llorando en tu perfil, estas alimentando esa realidad que quieres erradicar. Alimentas inconscientemente y fortaleces justo aquello contra lo que luchas.
Con esto no digo que se deje de defender, reclamar y visibilizar lo que ocurre.
Lo que invito es a hacer una reflexión sobre tu posicionamiento interior.
Ni Gandhi, ni Mandela, cambiaron la historia desde la reacción, lo hicieron desde el amor.
El amor es mucho más fuerte y poderoso que el odio.
Alimentemos nuestros pensamientos con la posibilidad del cambio desde el amor.
Cuidemos cada día lo que decimos, como lo decimos y sobre todo desde donde lo decimos.
Si todos somos uno, mis palabras, mis acciones, y mi forma de ver la vida, no solo me cambian a mi, sino que cambian el mundo donde vivimos.
Respondamos alto y claro desde el respeto  que todo ser merece por el hecho de estar vivo.
Unámonos en favor de la vida y así podremos ver los nuevos brotes del cambio. Todo empieza en mí, en ti.

Me encantaría que escribáis aquí vuestras reflexiones, y si estáis de acuerdo compartamos esta nueva forma de afrontar la vida.

Se que alguno le parece una propuesta idílica y utópica. En mi experiencia como mujer que ha vivido abusos y maltrato, es la forma que he encontrado de sanar esta herida y volver a confiar en la vida.