Acompañar desde
la luz
Acompañar es uno
de los actos de amor incondicional más profundos que existen y puede resultar
también un momento nutritivo y enriquecedor para ambos.
El acto de acompañar
requiere de presencia, valentía, escucha profunda, amor y mucho respeto.
A veces, las
palabras son bienvenidas, en otras ocasiones, la simple presencia y la voz del
silencio lo llena y lo contiene todo.
Aprender a fluir
en el instante presente.
Saber lo que
necesita el otro en esos momentos y escuchar la sabiduría interior de todo
cuerpo presente o situación.
Cuando estés
acompañando, permite que lo que tenga que suceder ocurra. Permita a las
emociones que se expresen, permite todo y comprende que absolutamente todo lo
que ocurra tenía que suceder. Conéctate a la respiración y envía amor y luz al
instante presente.
Nada que hacer,
simplemente ser. Y desde aquí, es desde donde la magia sucede.
Desde donde de
pronto, las cosas cambian. El viento se lleva las nubes y el sol siempre vuelve
a salir.
Me siento
tremendamente afortunada de poder acompañar a distintas personas en momentos
cruciales de sus vidas y con ayuda del amor, poder disolver los fantasmas del
miedo.
Me siento tremendamente
afortunada por sentirme también acompañada y sostenida en los momentos más
duros de mi vida. En aquellos espacios en
los que conecto a veces, con el miedo, la tristeza profunda o el abandono, si
escucho bien mi corazón y miro a mi alrededor, puedo comprender que siempre
estoy acompañada.
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